Parejas liberales: engaña a tu marido con su permiso

¿Qué será el secreto de las parejas liberales? Todos los años revistas muy famosas para hombres y mujeres hacen encuestas a los lectores, hablando de relaciones e infidelidades. Si creemos lo que dicen los participantes de las encuestas, hay más parejas liberales de lo que uno se imagina. Hay muchas personas que sueñan tener relaciones sexuales abiertamente, sin vivir episodios de celos y de malestar en el hogar. Hemos aquí los secretos de las parejas liberales: consejos para que la relación funcione a pesar de tener sexo extramatrimonial.

Primer secreto: las parejas liberales son sinceras

El secretismo nunca es bueno, sobre todo cuando uno trata de hacerle entender a la pareja que le hace falta más. Más sexo, más pasión, otras prácticas. Las parejas liberales no nacen, se hacen. Cuando el primer enamoramiento ha pasado, el sexo suele pasar a un segundo plano.

Plantearse tener una relación fuera de la relación o del matrimonio es una cosa, pero comunicárselo a la pareja otra completamente diferente. Hay que ir con pies de plomo, y sobre todo, hay que esperar el momento. Si por ejemplo tu marido o tu mujer te tienen muchísimo apego o están pasando por una mala racha, no deberías plantearle vivir vuestra sexualidad con otra pareja.

Hay que acercar a la pareja lentamente al tema, y sobre todo, hablar abiertamente sobre vuestros deseos en un momento idóneo para los dos. Igual os sorprende y hasta os propone un intercambio de pareja. Hay que hablar, siempre, para que no haya malos entendidos.

Segundo secreto: las parejas liberales controlan sus celos

Los celos, los celos… Controlarlos es cosa difícil, sobre todo al principio de la relación. Hay que saber cuando se puede tener relaciones con otra persona y cuando no. Si notáis que a vuestra pareja le duele mucho veros con otra persona, ese tema debería de ser tabú.

Una cosa es dejar desde el principio de la relación claro que se quiere vivir el sexo de forma abierta, otra cosa es proponerlo al cabo del tiempo. Tiene que haber mucha confianza mutua para controlar los celos. No todas las personas lo saben llevar.

Tercer secreto: las parejas liberales se conocen muy bien

Para llevar una relación abierta, uno tiene que conocer muy bien al otro. Muchas personas tienen miedo a la pérdida de la pareja. Cosas como: “¿Y si se enamora del otro / de la otra?”, “¿Y si me deja después porque no lo puedo satisfacer lo suficiente?” rondan por la cabeza de muchas personas.

Hay que conocerse bien y sobre todo, tener confianza mutua. Hay que estar seguro que cuando “la puerta se queda abierta”, la pareja no se va. Aquí no nos referimos solamente a relaciones jóvenes, también a matrimonios. Matrimonios, tiene, por norma general, mucho más que perder que relaciones no tan formales. En cuanto se han adjudicado bienes juntos, como la vivienda, el coche e incluso se tienen hijos, vivir una vida liberal es más difícil. Ambos necesitan tener la seguridad de que la canita al aire no tiene consecuencias negativas luego, como la separación o el divorcio.

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