Testimonio de Fani: Infidelidad por solidaridad

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Infidelidad por solidaridad

Lee en nuestro testimonio de hoy como Fani cometió una infidelidad por solidaridad que puso en peligro su matrimonio.

Infidelidad por una amiga

Dicen  que las amigas son amigas en las buenas y en las malas, pero creo que mis muestras de amistad se excedieron, al límite de poner en peligro mi matrimonio por una infidelidad. Sin ánimo de generar expectativas, dudas y curiosidades pasaré a contarles cómo, en honor a la amistad, me convertí en una mujer casada infiel, que conste que todo fue por solidaridad.

Todo comenzó ese día cuando mi corazón se rompió al ver a mi mejor amiga destrozada por la tristeza y la desesperación. Mi amiga Marta no merecía lo que le estaba sucediendo.

Su matrimonio estaba en crisis, Manuel, su marido, le hacía exigencias que chocaban con sus principios y su moral, algo que se puede ver como cotidiano en parejas con mentalidad abierta, donde un encuentro esporádico no se considera una infidelidad, pero ese no era el caso de Manuel y Marta.

Manuel quería vivir un trío

Las fantasías sexuales son normales tanto en hombres como en mujeres, pero del dicho al hecho hay mucho trecho. La fantasía de Manuel requería de la participación en un trío, él, Marta y otra mujer. ”Otra mujer en nuestra relación es inconcebible”, exclamaba Marta en tono de angustia y con ojos llenos de lágrimas.

Le recomendé que se negara a aceptarlo y punto, en estos casos debe haber acuerdo mutuo o se puede llegar a convertir la relación en algo desastroso. “Es que Manuel me dio un ultimátum y no lo quiero perder, lo amo demasiado”, expresó desesperadamente..

El hecho de pensar que en ese tipo de relaciones, Manuel fuera a inclinarse más por la otra mujer y con el tiempo perder su amor, la atormentaba profundamente. “No puedo confiar en nadie, mi marido es lo máximo y es un hombre apetecido por cualquier mujer”, sentenció.

Marta quería que yo fuera la segunda del trío

Me partía el  corazón al ver a mi amiga del alma sufriendo, algo tenía que hacer, pero la incertidumbre me arropaba al no ver una solución a la mano. “No me importaría si esa mujer fueras tú, sé que tu lealtad  y aprecio por mi impediría que te quedaras con mi marido”, exclamó con los ojos en llanto Marta.

Mis ojos brillaron y mi expresión fue: «¡hagámoslo! Esta infidelidad no va a mermar el amor por mi marido ni va a permitir que se rompa tu hogar, para eso somos las amigas», expresé, mientras Marta estaba gratamente sorprendida.

Marta salió corriendo a manifestarle a Manuel la decisión que habíamos tomado y luego acordamos un día para comenzar a hacer realidad una fantasía y al salvar una relación que estuvo a punto de desaparecer.

Debo manifestar que mi “debut” como esposa infiel no fue el más hermoso que haya tenido en mi vida, pero todo estaba encaminado a ser un éxito. Tanto, que la emoción nos invade, a los 3, cada vez que vamos a  un encuentro.

Ahora Marta y yo somos más que «amigas»

Marta y yo, para complacer a Manuel, hemos incursionado en show lésbicos y la experiencia no ha sido desagradable del todo, después de todo, para eso somos las amigas. Estoy a la espera de que me mi marido me pida complacer sus fantasías, espero que sea estar con 2 mujeres, porque ya Marta y yo estamos de acuerdo para complacerlo, de esta manera mi remordimiento por la infidelidad se aminoraría.

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Publicado en: Mujeres Casadas Liberales, Relaciones e parejas liberales, Testimonios

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